lunes, 3 de diciembre de 2007

¿ CONTRIBUYE LA EDUCACION A LA DESIGUALDAD SOCIAL? EL CASO DEL HIJO DE PADRE POBRE VERSUS EL HIJO DEL PADRE RICO

Dr. Nelson Campos Villalobos

Puede ser sorprendente la afirmación del título de este artículo, pero creo que contiene una verdad, que al menos es Chile, es absoluta. Hace algunas décadas, podría haberse afirmado, con seguridad, que la educación era capaz, por sí sola, de inmunizar contra la pobreza, contra la cesantía y además, producía, también por sí sola, movilidad social. Ese efecto maravilloso de la educación, actualmente no existe

Desde los años veinte del pasado siglo, cuando se dicta la ley de educación obligatoria para todos los niños en edad escolar, y hasta los años sesenta del mismo siglo, realmente la educación poseía esas cualidades inmunizatorias. El paradigma educacional que surge en el país sobre el valor de la educación, permitió el nacimiento y desarrollo de la clase media, la de los empleados de cuello y corbata, de los profesionales universitarios, de los oficiales de las fuerzas armadas, de los técnicos y artesanos. Esa experiencia maravillosa sobre el papel de la educación en el desarrollo de los pueblos, constituyó el experimento social más grande y continuado de américa latina y permitió el avance hacia mejores niveles de vida en varios países, como Argentina, Venezuela, Brazil , Costa Rica y Chile. Sin embargo, está ante nosotros, ciudadanos del siglo XXI, un experimento social a la inversa, pues las personas de mayores ingresos pueden matricular a sus hijos en la educación particular pagada y lograr una mejor calidad educacional que permite el ingreso y permanencia en la educación universitaria en las Universidades Estatales, que son las mejores del país. Observe el lector la paradoja: los padres del mejor nivel económico llevan a sus hijos desde la educación media particular, que es cara, a la Universitaria pública, que es incluso más barata que aquella. En cambio, el hijo de padre pobre no logrará obtener la enseñanza que lleva a la universidad, que fue la gran niveladora socioeconómica en el siglo pasado, que permitió el ascenso social de los egresados quienes ocuparon altos cargos en el país, incluso llegando a la Presidencia de la República. Todo gracias a la educación de calidad que recibieron.
Actualmente, el hijo de padre pobre seguirá siendo pobre y el hijo de padre rico será cada vez más rico. Si el lector examina las cifras nacionales, los más ricos del país constituyen el 10 por ciento de la población. Esa cifra, 10%, se repite muchas veces; así, la población escolar que se atiende en el subsistema particular pagado, es también esa misma cifra. Un caso aplicable a lo que exponemos, se ve claramente en lo que leemos en la prensa este mes. Una pequeña comunidad ublicada en uno de los cerros de Valparaíso, el Rocuant, tiene especiales características: está ubicada apenas a 10 minutos del edificio del Parlamento. Allí, 259 familias subsisten, no se cómo, con un ingreso per cápita mensual de $26.410, es decir, unos cincuenta dólares americanos. No disponen de agua potable, carecen sus calles de pavimento y en invierno se convierte el sector en un gran lodazal.Entre los adultos, la cesantía llega al 26, 3%; el 41.7% no ha terminado la educación básica o no tienen ningún año de estudios; el 12.4% terminó la enseñanza media. El 50.5% de los hogares es mantenido por la madre y el padre está ausente.El municipio reparte agua cada veinte días. Si, leyó bien, cada veinte días y el agua se almacena para el interperiodo en lo que se puede, en valdes, tambores, tarros y botellas desechadas; los desechos orgánicos del sector terminan en una quebrada, al aire libre, con todos los problemas sanitarios que parecen propios de otras épocas y de otros continentes. A todo este desastre se suma algo que quizá puede ser peor, por los efectos perversos que produce en esas 259 familias que viven en condiciones inhumanas: baja escolaridad, desempleo, alcoholismo, drogas, depresión mental, enfermedades físicas sin atención, pérdida de gran parte de las piezas dentales antes de los 18 años de edad; abandono familiar, etc.
Hay que destacar que como decíamos, hay un maligno, perverso e inhumano contraste entre esta situación descrita, con el vecino Congreso Nacional que tienen a diez minutos de distancia, Allí, los parlamentarios disfrutan de aire acondicionado, hermosos baños, comedores bien surtidos y un sueldo que contrasta mucho con los 50 dólares per cápita de la comunidad de Rocuant. ¿Cuál es la diferencia entre los políticos y sus vecinos de Rocuant? Para empezar, está en la educación, que ha sido de mejor calidad y evidentemente ellos poseen más años de estudio que los de sus vecinos de Rocuant, pues todo parlamentario tiene como requisito legal para ocupar ese cargo, haber completado la enseñanza media.

Veamos las consecuencias de la mejor educación entre ambos grupos. Los parlamentarios envían a sus hijos, en casi absoluta mayoría, a colegios particulares, así como ninguno está en FONASA , que es la previsión de salud para los más pobres del país. Mientras los hijos de Rocuant heredarán la pobreza, los hijos de los parlamentarios irán a buenos colegios, ingresarán a buenas universidades estatales y podrán estudiar en el extranjero. Ellos heredarán cargos, privilegios y riquezas, disfruratán de contactos que favorecerán sus carreras u ocupaciones, tendrán becas y posibilidades de estudios superiores en el extranjero y todo esto porque, sin que nos diéramos cuenta, los políticos están constituyendo una nueva clase social, que es hereditaria, es solidaria y busca todas las oportunidades que tiene para enriquecerse. Si hubiese una pizca de solidaridad entre políticos y gobernantes para con los demás, no existiría la comunidad de Rocuant en las condiciones que expone la prensa.
Ahora, si el paciente lector desea saber qué medidas ha tomado la autoridad política para sacar del siglo XVIII a Rocuant, asómbrese de la enorme sabiduría demostrada y no se crea que es broma mía o que tengo un sentido del humor muy particular. Vea El Mercurio de 2 de noviembre del 2006, e la página C11 y podrá abrir sus ojos de sorpresa: las medidas incluyen la capacitación en el manejo y cuidado del agua potable; realización de talleres de liderazgo, regularización de estudios y capacitaciones laborales sin objtivos claros. Nada concreto, nada útil y nada inmediato n esas mdidas anunciadas.
Por Dios, qué torpeza más grande en las medidas que se proponen. En realidad, creo que coincidimos, amable lector, que cualquier individuo sensato diría que lo primero que había que iniciar, es HACER UNA RED DE AGUA POTABLE, pavimentar las calles, dotar de alcantarillado al lugar, crear empleos por la vía estatal y simultáneamente, capacitar a los padres y madres en oficios que puedan desarrollar en el tiempo más corto; hay que darles fondos para que mejoren sus viviendas; tratamientos dentales para que puedan salir sin pena ni vergüenza a buscar trabajo; tratamientos para los alcohólicos y consumidores de drogas, recuperar a los niños que estén desnutridos; incentivar la asistencia a clases de los menores, hacer educación sanitaria inmediata. Lamentablemente, entonces, la comunidad de Rocuant nos da la triste razón: la educación no está igualando a la gente, la está haciendo cada vez más desigual e incrementando la riqueza, que se está concentrando cada vez en menos familias.
¿Cuál es la lección que nos deja Rocuant? Que con el tiempo, surgirán nuevos Rocuant y que los hijos de los más educados en la comunidad sucederán a sus padres en el poder económico y social. Las diferencias que han producido a un padre rico y a un padre pobre solamente puede producir a su vez una desigualdad de contenido social entre el hijo rico y el hijo pobre.La pobreza, al igual que la riqueza, son fenómenos hereditarios.
Lo infinitamente triste es que los educadores, cuando enseñamos a los más pobres, no disponemos ni de medios, ni de recursos ni de autoridades educacionales competentes, por que ha sucedido también un hecho ligado a la desigualdad social: los mejores expertos en educación no están en el gobierno ni en el Ministerio de Educación, por los bajos sueldos del sector.
Como decía Pablo Freire, ¿Cómo no ser un pedagogo indignado?

1 comentario:

David Maturana Céspedes dijo...

El eje de movilidad social por excelencia es la Educación.
Sólo a modo de ejemplo, de acuerdo a las alternativas de crédito disponibles, un estudiante de Derecho en la Universidad de Chile puede terminar pagando su carrera a 15 años plazo.
Crédito Solidario. 80 mil pesos.
127 mil pesos si usa el Crédito con Aval del Estado.
Casi 159 mil mensual si recibe el Crédito Corfo.
En definitiva, del costo referencial de la carrera, estimado en 11 millones y medio de pesos, terminará pagando:
14 millones y medio con el Crédito Solidario, casi 23 millones con el Crédito con Aval del Estado y poco menos de 27 millones con el Crédito Corfo.
Sin sumar los costos asociados, que son los gastos de mantención del estudiante.¿Cuántos jóvenes y familias quedan endeudados?
¿Cuántos de esos estudiantes luego de finalizar no tienen trabajo o el trabajo es mal remunerado?
En chile más del 60% de los trabajadores tiene el sueldo mínimo el que apenas le alcanza para su comida. El 80% de los chilenos no pueden ahorrar por sus bajos ingresos y deben vivir endeudados.
La VI Encuesta de Presupuestos Familiares con datos del 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas,(INE) estableció que el 20% de chilenos más acomodados acumulaba el 60,7 % del ingreso total de la población. Esto significa que el 80% o sea la inmensa mayoría sólo recibe el 39,3% restante. Según la misma Encuesta ese 80% de chilenos no tiene capacidad de ahorro, sus gastos exceden a sus ingresos, y se ven obligados a vivir endeudados, pagando altos intereses y comisiones.
La Nación 16 de Agosto 2009) Según el antiguo Director del Presupuesto, Mario Marcel “si consideramos el 5% más rico de la población, encontramos que solo la mitad de ellos cancelan los impuestos que debieran”.
LA RIQUEZA QUE SE LLEVAN LAS TRANSNACIONALES
Una buena tajada de lo que los chilenos producen no queda en Chile, no entra en la suma disponible. Su cálculo se incluye en el PIB (Producto Interno Bruto) pero se elimina del PNB (Producto Nacional Bruto) el cual es el que se distribuye entre los chilenos. Por ejemplo, en 2005 el PNB fue menor en un 12% que el PIB. (Ver Cuadro 8, página 387 en Humberto Vega. Entre 2003 y 2007, las transnacionales se llevaron 59.300 billones de dólares. (Banco Central, Balanza de Pagos, informes anuales) La ganancia que obtuvo, en el año 2006, gracias al mayor precio del cobre la dueña de la Escondida fue mayor que todas las inversiones que hizo en los 15 años anteriores.
Cómo se distribuye el crecimiento entre el capital y el trabajo asalariado
El crecimiento está produciendo resultados muy desiguales entre el capital y el trabajo, entre los dueños de las empresas y y sus asalariados. En efecto, en el largo período 1990-2006 el aumento anual de los salarios reales fue inferior al aumento anual del producto interno bruto,- 2,9% el primero, 3,3% el segundo. Se deterioró así la participación de los asalariados en el producto del país. (Fuente: Ricardo Infante y Osvaldo Sunkel. Chile hacia un desarrollo inclusivo. Revista Cepal, Abril 2009).
Este es uno de los principales mecanismos que genera las mayores desigualdades, y su base institucional está en las leyes laborales las cuales, en su mayor parte provienen de la dictadura.
Por eso no es sorprendente que los dueños del capital hayan aumentado su participación en los beneficios del crecimiento, en detrimento de lo que le correspondería en justicia a sus trabajadores. De allí la necesidad y la urgencia de las reformas laborales.
El neoliberalismo dice que la educación es un servicio, una mercancía y lo que tiene son clientes, por ello la educación es responsabilidad de cada individuo, de cada familia, no de la Sociedad.
El problema es que muchas familias no pueden pagar la educación en una sociedad tan desigual, por la injusta distribución del ingreso en donde Chile tiene la más alta dispersión.
Así reproducimos los círculos de la pobreza y la marginación, precisamente del sector que debe superarla, la educación.